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Más vale prevenir que lamentar

A fines del año 2021 leíamos las palabras de la doctora Adriana Gutiérrez, académica y presidenta de la Sociedad de Psiquiatría y Neurología de la Infancia y la Adolescencia, señalándonos, que, según estudios, los síntomas depresivos y ansiosos de lxs jóvenes sometidos a aislamiento por Pandemia, podría durar hasta casi una década.  

A pesar de los estudios profesionales, una gran parte de nuestro sistema educativo tomó la acción de transitar hacia la presencialidad de un modo casi automático, funcionando en lo inmediato a partir de sus respectivas exigencias académicas estandarizadas de siempre, como si nada hubiese ocurrido durante estos 2 últimos años. 

Muchos de nosotros sabemos que actualmente los establecimientos educacionales presentan un aumento en los niveles de violencia, no solo entre pares sino también hemos sido testigos del hostigamiento por parte de padres y apoderados. 

¿Será esto un síntoma de un desarrollo físico, emocional y social experimentado principalmente vía remota, en aislamiento durante dos años de Pandemia? Así lo han señalado diversos especialistas de diferentes disciplinas. Por lo tanto, si hablamos de la necesidad de crear una atmósfera propicia para el aprendizaje, este, evidentemente no ha sido el mejor momento.

Es por eso que invitamos a las comunidades educativas a no OMITIR las circunstancias que estamos viviendo a nivel de convivencia cotidiana; no podemos aspirar únicamente a nivelar los aspectos académicos dejando de lado las condiciones afectivas y psicológicas de nuestros estudiantes, profesoras/es, mapadres y cuidadores. 

Instamos a les docentes, a les artistas facilitadores, al equipo de formación y convivencia de todos las escuelas, colegios y liceos a  propiciar espacios curriculares o extraprogramáticos para implementar actividades, clases, talleres, o jornadas vinculadas a la expresión y contención emocional, relacionadas con un sano tránsito desde el aula virtual al aula presencial, conectados a dimensiones formativas donde nuestros niños, niñas y jóvenes puedan reforzar su desarrollo corporal, afectivo y social. 

Desde el campo del Teatro Aplicado y la Pedagogía Teatral podemos aportar inmensamente, no solo porque gran parte de nuestras metodologías se originan en el juego y en las prácticas expresivo-teatrales, lo que las convierte en agentes motivadores de participación, sino también porque nuestras didácticas se originan a partir de las características y necesidades de una comunidad. 

Porque nuestras intervenciones son diseñadas efectivamente para plantear asuntos que una comunidad necesita resolver, abordando temas tan relevantes como la convivencia, el respeto y la violencia. Nuestras didácticas nos permiten organizar espacios de participación activa, para favorecer tanto cambios individuales como colectivos, que nos permiten potenciar, finalmente, transformaciones originadas y centradas en una comunidad. 

Y como aún estamos a tiempo de prevenir antes que lamentar, debemos ser nosotras y nosotros quienes propiciemos los espacios, con ideas, con aportes, con colaboraciones, y transformar, a través de las prácticas del Teatro Aplicado y la Pedagogía Teatral, las condiciones de nuestra realidad actual.

*Si necesitas ideas para implementar, puedes consultar nuestras Redes Sociales, descargar material de La Balanza Tienda, consultar nuestro Canal de YouTube (Luna Del Canto Teatro Aplicado) o solicitar nuestra colaboración. 

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